(Cortesia de Primera Hora) -- ¿Cuánto tienen que ver el reguetón romántico con los cuentos de hadas? Mucho más de lo que podría pensarse.
Entre las líricas del género urbano y las historias de princesas la diferencia solo estriba en el discurso.
Así lo planteó este miércoles la investigadora independiente Marién Villanueva durante el panel “Matándolos con el ‘boom boom’: Reggaeton’s Discourse on Puerto Rican Society” del Primer Simposio de Reguetón de la Universidad de Puerto Rico, que se celebró en el Recinto de Río Piedras.
Villanueva, quien trabaja con niños y jóvenes en la entidad Boys and Girls Club de Isabela, realizó su presentación a base de los hallazgos de su tesis de maestría titulada “Fairy Tales and Reggaeton Narratives: Reinforcement of Gender Stereotypes Inherent in Puerto Rican Popular Culture” (Las narrativas de los cuentos de hadas y el reguetón: refuerzo de los estereotipos de género inherentes a la cultura popular puertorriqueña).
Los resultados de la investigación defendida en 2012 señalan que en ambas expresiones artísticas se presenta a las mujeres como objetos sexuales y de deseo de los hombres, quienes a su vez, son retratados en ambos géneros como figuras hipermasculinas y, en ocasiones, como abusadores. Opinó que “una mujer que es descrita, representada y criada con una imagen suya como la de un objeto sexual tendrá problemas para crear una identidad positiva”.
Subrayó que los discursos en ambas narrativas promueven y refuerzan en las niñas las ideas patriarcales de género dominantes en la cultura puertorriqueña, y advirtió que estas concepciones influyen en la construcción de una identidad sexista de sí mismas.
“Yo no estoy ni demonizando que se usen los ‘fairy tales’ ni el reguetón, todo lo contrario. Entiendo que ambos se deben usar, que debe haber espacios para que se usen en conjunto. Entiendo que al igual que tú no le explicas a un niño de 5 años la relación sexual, así mismo tú no vas a presentar las líricas”, sostuvo.
Indicó que si el norte es perseguir la justicia en la forma que se presenta la imagen del ser humano en dichas expresiones, el tema tiene que discutirse.
Comparó, por ejemplo, la letra de la canción “Su hija se enamoró de un kako”, de Jamsha, con el cuento “La bella y la bestia”, y la de “Pierdo la cabeza”, de Zion y Lenox, con “La cenicienta”.
“La historia que te presenta la canción de reguetón que tienen que ver con amor, te presenta exactamente la misma trama que te presenta un ‘fairy tale’: la mujer bien bonita, atractiva físicamente, atractiva sexualmente en ambos casos, que la enamora este hombre encantador que si no es el más lindo es el más chavos que tiene o que si es el más lindo y tiene chavos, mejor. Y el reguetonero esa la imagen que presenta, aparte de que es hipermasculino, de que es poderoso, de que te defiende. Las princesas necesitan un hombre poderoso que las proteja, que las defienda, que les dé estatus, el reguetonero lo que te presenta es lo mismo también”, explicó.
“Presentan casi lo mismo, lo que cambia es el discurso. Como el discurso es diferente, por eso es que a uno lo aceptan y al otro no. Uno viene de lo que es Disney, que es una maquinaria inmensa a nivel mundial, de poder, de dinero, de lujo versus lo que es un género que nació desde una posición que es de cero privilegios en un país que es una colonia y donde la gente lo que se supone que aspire a hacer es mantener todo como está”, continuó.
Por su parte, el profesor Julio Vega Cedeño, habló sobre cómo en la práctica de su profesión emplea el género urbano para promover la justicia social.
El educador de inglés en la Universidad de Puerto Rico y la Universidad Interamericana en Arecibo compartió ante alumnos del recinto su presentación “Seeking Social Justice: A Critical Understanding of Reggaeton Narratives”.
En su alocución expuso cómo el tema “Palabras con sentido”, de Daddy Yankee, muestra cómo el artista asume una postura individualista al defenderse de los comentarios hechos por la fenecida doctora Gloria Ortiz en su exabrupto contra pacientes del Hospital Regional de Bayamón. Recalcó que si se va a la letra podrá apreciarse que el cantante en lugar de defender a la gente que Ortiz criticó por oír su música y ser dependientes del gobierno, lo que hace es defenderse a sí mismo como alguien que salió de un residencial público y se convirtió en una persona con éxito.
Agregó que promover ese discurso es poco realista porque no todos los muchachos que decidan seguir su ejemplo podrán llegar adonde él llegó.
“Tenemos que entender que estos iconos que nosotros celebramos son personas y son personajes, que están en una posición privilegiada que aunque su mensaje trate de resonar con las personas de abajo, a veces no lo hace, y eso es justicia social, entender ese poder que tienen estas personas por fama, por dinero, y es fácil para ellos difundir un mensaje, pero cuando él dice en la canción ‘yo no soy un mantenido’ básicamente se separa de la gente que quiere unir”, observó.
Por otro lado, detalló que el objetivo de la utilización de dichos temas en sus clases es llevar a los alumnos, a través de redacción en inglés, a reconocer los problemas existentes en la sociedad puertorriqueña, y particularmente en los sectores desventajados, según los retratan los temas de reguetón.
“Las narrativas del reguetón presentan muchos ‘issues’, muchos problemas de las realidades sociales: las drogas, la violencia, los roles de género. El propósito de utilizarlas para fomentar la justicia social. No es solamente decir ‘esto está chévere’, por el contrario, lo que queremos es llevar a los estudiantes a preguntarse:“¿te gusta o no te gusta? ¿por qué?”, y cuestionar ese sistema de valores que nos han enseñado, que es uno de opresión contra las personas de abajo, pero esto no refleja la realidad de las personas de abajo”, argumentó.
El simposio continúa hoy, 7 de abril, de 9:30 a.m. a 3:30 p.m.