“Lo mío es calle, tiroteo, mucho rifle y mucho… / Si tú quieres mi trono, pues juégate la loto / Yo soy el terror, como en Carolina lo era Otto / Págame cash que yo no canto por un toto”
(“El cagao”, 2008)
Hace 10 años, así cantaba Héctor “El Father” y era aclamado por millones de seguidores entre Puerto Rico, Estados Unidos y Latinoamérica.
Hoy día, Héctor Delgado Román, el creador de aquel “personaje” carga con la culpa de haber fomentado la violencia, la explotación femenina y el sexo por su afán por el dinero.
“Lo más malo que hice fue mandar un mensaje erróneo a la juventud”, reconoce el otrora reguetonero, de 39 años, y cuyo nombre ha vuelto a sonar en los medios de comunicación ante el estreno de la película autobiográfica Conocerás la verdad el próximo 22 de marzo. Ese día iniciará una gira por las distintas salas del País.
¿Por qué decidiste contar tu historia ahora?
Esto fue algo que Dios había puesto en mi corazón desde el principio de mi conversión y estábamos esperando el momento. Quizás ahora me encuentro más maduro para poder hacer este personaje, para poder de nuevo ser lo que es Héctor “El Father” y decidí hacerlo porque creo que es una forma de evangelizar, que la gente conozca una verdad que me hizo libre, que restauró mi matrimonio, que me dio la felicidad que tanto busqué en la fama y el dinero.
El filme producido por Doel Alicea y dirigido por Joel Antonio Colón será un relato cronológico, desde su infancia hasta el presente como pastor de la iglesia Maranatha en Río Grande. La etapa de niño la interpreta Steven Joel Vázquez; la de joven-adulto la hará el propio Héctor, decisión que le costó hasta que reconoció que su propósito de “evangelizar” solo podría llevarlo él. En principio, el reguetonero Farruko tendría el rol protagónico.
“Esta película es una herramienta quizás para el que tenga su matrimonio destruido como tenía el mío, una herramienta para aquel que tenga pensamientos suicidas como los tuve yo, que traté de quitarme la vida más de 15 veces. Una herramienta para que la gente conozca la verdad de por qué tomé la decisión de dejarlo todo por seguir a Jesús”, expuso.
La desilusión, dijo, lo llevó al punto de querer quitarse la vida. Una de esas ocasiones fue poco tiempo antes de salir a cantar en el Madison Square Garden con su excompañero Tito “El Bambino”, con quien mantiene una relación de “hermanos”.
“Ese día estaba en el Hotel Pennsylvania (Nueva York), en el piso 14 o 19, viendo cómo me podía tirar”, contó. “Muchas veces estuve tres días metido en un cuarto en depresión, sin salir, llorando”.
¿Tenías conciencia de la violencia en tus canciones, y aun así seguías adelante?
La Biblia dice que la raíz de todos los males es el amor al dinero y, ciertamente, mis ojos estaban ofuscados en el dinero. Cuando una persona está ofuscada en el dinero no piensa en el daño que pueda estar haciendo por la forma en que se está ganando el dinero.
A ustedes los perseguía la idea de que eran financiados por el bajo mundo. ¿De dónde salía todo el dinero que tirabas?
Ese dinero venía de las ganancias de los shows. Por ejemplo, yo cobraba en un show de una fiesta patronal $15 mil y yo sacaba mil o $1,500 para tirarlos al público, era un gimmick que como artista y productor utilicé para llamar la atención de la gente.
Héctor era un preadolescente, de 11 o 12 años, cuando comenzó a experimentar con la música en una marquesina en Parque Ecuestre, en Carolina, donde creció. En ese comienzo su madre lo alcahueteaba más que el padre, pero luego, cuando el éxito tocó la puerta, este se convirtió en su principal promotor. “Papi fue aceptando la cosa cuando vio que era un negocio”.
Cortesía del periódico Primera Hora.