El artista urbano, quien promueve el álbum “El amor y yo”, habla del momento que vive con su novia, la conversión de Farruko y los altibajos de la fama.
Está bien enamorado. “Demasiado”, enfatiza el exponente urbano Jay Wheeler al hablar de su romance con la venezolana Zhamira Zambrano.
La felicidad que siente en esta etapa personal se refleja en las constantes muestras de afecto hacia su amada en visuales que comparte en sus redes sociales. Típico de su personalidad transparente, el cantante se aparta de ocultar la plenitud que vive en el amor con la intérprete, quien hace años se ha dedicado a abrirse paso en la música.
“Es una nena muy increíble, demasiado buena, demasiado humilde. Tiene un corazón grande y lindo, porque lo de hermosa es algo que en este mundo lo veo mucho, mujeres hermosas todos los días, pero cuando la conocí entendí su corazón, entendí lo humilde que era”, resaltó sobre su pareja durante la entrevista para promover su reciente álbum de estudio, El amor y yo.
“Se preocupa mucho por mí. Me apoya demasiado, me suma. Su familia es increíble también. Me enamoró que siempre está pendiente a su familia. Es bien detallista. Es bien amorosa. Si me siento a hablar contigo, estoy todo el día hablando de ella porque es muy increíble. Todo lo que yo buscaba en una persona, lo conseguí en ella”, sostuvo con marcada ilusión.
“Ella va a salir con sus cosas en la música, pero por ahora nos estamos dedicando a lo que tenemos nosotros, al noviazgo y a tratar de crecer como pareja y como seres humanos. Al principio de una relación todo es muy complicado y ahí es donde estamos trabajando”, afirmó José Angel López Martínez. “Yo vivo en Orlando y ella en Miami. No es mucha la distancia. La realidad es que yo voy allá a cada rato o ella viene aquí. Estamos juntos lo más que podamos”.
Dentro de sus expresiones de afecto, el sencillo promocional Eazt lo inspiró en Zhamira.
“Reemplacé la s por la z porque la canción se la dediqué a mi novia”, dijo haciendo referencia a la primera letra del nombre de la joven de 23 años. “Fue en un hotel de Miami (Florida) que se llama East donde nos conocimos por primera vez”, abundó sobre las razones del título. A raíz del encuentro que se dio el año pasado, al poco tiempo decidieron darse la oportunidad en el amor. En la actualidad, cuentan con dos meses de relación.
Al hablar del álbum El amor y yo, que dentro de su discografía se suma a Platónico (2019) y Platónicos (2020), el cantautor de 27 años resalta su objetivo de retomar sus raíces románticas en la música.
“Llevaba mucho tiempo sin hacer música así, del amor, y solo”, afirmó sobre la ausencia de colaboraciones de colegas del género urbano. “Ya yo tenía este disco pensado hace mucho tiempo”, añadió con relación al proyecto de 12 temas que estrenó el 11 de febrero bajo la producción de DJ Nelson y de Luis Suárez.
“En este disco trato de expresar todo en cuanto todo lo que tiene que ver con el amor, así sea triste, si es que extrañas a alguien, que quieres que regrese, o que todo sea como antes, o simplemente, que estás enamorado. El amor tiene muchas facetas. Traté de llevar todos los mensajes”.
“Farruko es mi maestro”
Jay Wheeler cuenta con dos nominaciones para la próxima edición de Premio Lo nuestro, a celebrarse el próximo 24 de febrero. El artista compite por canción tropical con Olga Tañón por la versión de Cómo olvidar, y por remix del año con La tóxica, que cuenta con la colaboración del reguetonero Farruko.
“Son bendiciones que se añaden en la carrera. Me siento muy afortunado de estar nominado con grandes colegas, con gente que admiro”, dijo.
A su vez, se expresó en torno a la conversión espiritual de Farruko. “Yo soy una persona que le temo mucho a Dios, así que yo en algún momento también haré lo mismo”, confesó. “Farruko es mi maestro dentro de la música, lo fue y siempre lo será. Ahora lo admiro mucho más porque tuvo el coraje, la sencillez de decir ‘¿sabes qué?, yo amo a Dios y me entregué por completo a Dios’”, añadió, y reiteró que “algún día voy a estar ahí con él acompañándolo en su concierto, acompañándolo en todas sus cosas. Por ahora, lo respeto mucho”.
De paso reflexionó sobre el lado menos agradable de la fama.
“Hacer música y vivir de lo que amas es lo más lindo que hay, y los fanáticos. Fuera de ahí, todo lo demás no sirve. La fama es un asco. Si no eres maduro de mente, la fama puede consumirte la mente y convertirte en alguien que no eres. La gente todo el tiempo te critica, habla mal”, lamentó, incluso cuando se trata de obras buenas, según resaltó.
“Soy normal y vivo con mis pies sobre la tierra. No voy a permitir que la fama me consuma. Mucha gente me pregunta ‘¿tú quisieras ser número uno?’. Yo te puedo decir que yo trabajo para ser el número uno, pero no me gustaría serlo porque el que es número uno vive la vida en competencia consigo mismo, con los colegas”.